Jesús Liceras López fue un historietista español (Mijas, 3 de febrero de 1922 – Zúrich, 31 de enero de 1994), uno de los más importantes de la Escuela Valenciana de cómic. Su familia se mudó a Valencia, donde estudió en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos. Tras la Guerra Civil, comenzó su carrera profesional en revistas de Editorial Valenciana como Jaimito, de la que fue uno de los primeros miembros, acompañado de su hermano José. Al morir su esposa a principios de los años sesenta, emigró a Francia, Bélgica, Austria, Italia y Suiza hasta que a finales de la década se establece en Quebec, donde permanece los siguientes quince años. Allí, produjo dos álbumes del personaje Ti-Jean con el guionista Robert Toupin, pero se dedicó sobre todo al dibujo publicitario. En 1982, nuevamente casado, volvió a Suiza para seguir trabajando como ilustrador infantil.
De niño se sintió atraído por el dibujo, y como su familia se había mudado a Valencia decidieron matricularlo en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos. Tras la Guerra Civil tuvo que abandonar sus estudios y comenzó a buscar trabajo junto a su hermano José, también ilustrador, en revistas de Editorial Valenciana como Jaimito, Pumby o Mariló, permaneciendo fiel a esta editorial durante los años cuarenta y cincuenta, aunque de forma esporádica también trabajó para las editoriales Bruguera y Gemex. Dibujó casi siempre historietas con guiones ajenos, con pocos personajes fijos, entre los que destacan: Detectivina, Teodoro, Flequillo, así como en numerosas aventuras de Jaimito y Perico Fantasías. También fue ilustrador para editorial Gaisa.
Debido al volumen de trabajo que se veía obligado a hacer como dibujante, y lo mal pagado que estaba en correspondencia, tras el fallecimiento de su esposa en el comienzo de la década de los años sesenta emigró a buscar trabajo en varios países europeos: Francia, Bélgica, Austria, Italia y Suiza, hasta que a finales de la década se estableció en Québec (Canadá), donde permaneció quince años. Allí, trabajó para el estudio de animación Hanna-Barbera, como fondista y diseñando personajes, lo cual alternó con alguna otra obra como historietista, destacando las que dibujó sobre guiones de Robert Toupin: Election à Québec (en 1971) y Ti-Jean le québécois (en 1975).
En 1982, nuevamente casado, volvió a Suiza para seguir trabajando como ilustrador infantil. Durante este periodo también hizo ilustración publicitaria, y volvería ha hacer historieta puntualmente, como la que abordó junto al guionista y editor Rolf Kesselring en Les Chiens de Dieu, un álbum de 1986 de corte más dramático y con dibujo menos caricaturesco. Este editor también le dio trabajo como rotulista (y eventual traductor) en aquellos años, al menos así figuraba en los créditos de los tebeos: Belinda, Trompeuse apparence, Frank Cappa y Corto Maltese.
Fuentes: Wikipedia y Tebeosfera